El mundo continúa conmocionado por la muerte del Papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril, a cuyo funeral asistieron 130 delegaciones oficiales, 50 jefes de Estado, 10 reyes y cerca de 400.000 fieles.
Algunos familiares del Papa argentino viajaron desde su país natal para estar presentes en Roma y darle su último adiós. Es el caso de su sobrino Mauro Bergoglio, hijo de Oscar Adrián, uno de los hermanos ya fallecidos del Papa.
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El joven no pudo visitarlo durante su pontificado y llegó por primera vez al Vaticano para el funeral, según él mismo declaró ante A24. “Fue muy duro verlo ahí, pero a eso vine, a despedirme”, confesó.
De los cinco hermanos Bergoglio, de los cuales el Papa era el mayor, sólo está viva la menor de ellos, María Elena, de 77 años, quien no asistió al funeral “por su estado de salud que arrastra desde hace varios años”, explicó a ACI Prensa su sobrino, Pablo Narvaja. Actualmente, la mujer vive en una residencia para mayores, precisó.
El hijo de María Elena, José Ignacio Bergoglio, tampoco viajó a Roma, explicó en comunicación el programa radial Perros de la Calle.
José Ignacio dijo que al momento de decidir si asistir al funeral, se le vino a la mente “aquel año 2013 cuando Jorge pedía que no viajemos porque no nos iba a poder recibir, que fue cuando él recién fue electo Papa, y que lo mejor era acompañar con oraciones a la distancia”.
“Y si en aquel momento Jorge, que físicamente estaba vivo, no nos podía recibir, no tenía sentido que viajemos” para el funeral, consideró.
“No le encontré sentido al hecho del viaje, tengo primos que ocasionalmente estaban por trabajo allá y al enterarse de la noticia viajaron a Roma”, contó el joven. “Es super valorable también, lo comprendo y lo acepto. En nuestro caso, mi mamá, mi hermano, mi mujer y yo decidimos que no”, detalló.
El joven aclaró además que si su mamá no viajaba, él “tenía que estar con ella, me necesita al lado”.
María Elena Bergoglio no volvió a ver a su hermano Jorge desde 2013, cuando el cardenal viajó a Roma para el cónclave en el que sería elegido Papa.
Al recordar el día en que Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa, su sobrino José Ignacio reprodujo la conversación telefónica en la que su madre le dijo “Jorge, quiero abrazarte" y el Santo Padre le respondió: “Créeme que estamos abrazados como siempre”.
El arte simbolizando el abrazo que nunca llegó
En 2019, el artista argentino Gustavo Masó tuvo la iniciativa de “acercar” con su obra a Jorge Bergoglio con su hermana María Elena.
Con la aprobación de la mujer y sus hijos, llegó a Ituzaingó, donde ella residía, para tomar el molde de la escultura que luego le obsequiaría al Papa: una réplica de la mano de su hermana.
Según el propio escultor declaró a Infobae, la obra titulada El deseo tangible fue “un abrazo postergado que no podía darse por las circunstancias. A través del arte, logré acercarlos”, aseguró.
“Mientras Francisco destapaba la obra, le hice escuchar las palabras que ella había grabado especialmente para él, con música de Mozart de fondo”, relató Masó. El Pontífice “se quedó unos segundos en silencio, acariciando la pieza como si estuviera abrazando simbólicamente a su hermana María Elena”, detalló.
“Desde el entorno del Papa me confirmaron que la obra había sido colocada en su escritorio, como un objeto preciado”, reveló el artista.