En la tarde del martes, mientras el cuerpo del Papa Francisco era venerado en privado en Roma, referentes religiosos de los distintos credos presentes en Argentina se congregaron en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires para ofrecer un Encuentro de Oración Interreligiosa por el eterno descanso del Santo Padre, quien tuvo entre las prioridades de su Papado el diálogo entre las distintas religiones.
En nombre de la Iglesia Católica, estuvieron presentes el Arzobispo de Mendoza y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Marcelo Colombo, y el Arzobispo local, Mons. Jorge García Cuerva, acompañados por el rabino Daniel Goldman, representando al judaísmo; el Sheij Salim Delgado Dassum y Omar Abboud, por el Islam; y en representación de las Iglesias Ortodoxas, por la Iglesia Armenia, Kissag Mouradian.
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En nombre de las Iglesias Evangélicas Protestantes, estuvo presente la Pastora Metodista Mariel Pons, y por las Iglesias Evangélicas Pentecostales, el Pastor Norberto Saracco.
También estuvo presente Mons. Oscar Ojea, Obispo Emérito de San Isidro y miembro de la Comisión Episcopal de Ecumenismo y Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones, y funcionarios del Gobierno Nacional y del Gobierno de la Ciudad.
Somos todos hermanos
El Arzobispo anfitrión agradeció la presencia de los fieles que colmaron la catedral, “casa de todos”, tal como lo quiso Jorge Bergoglio, y recordó el mensaje de Francisco sobre el diálogo entre las religiones, y señaló que el Pontífice pensaba que “cuando lleguemos al cielo nos vamos a llevar una sorpresa increíble, porque somos todos hermanos, y como nos mira con el corazón, el amor de Dios para todos es el mismo”.
En ese marco, recordó que el diálogo entre las religiones es fundamental para el bien común, en especial por los más pobres.
“El gran guía de nuestro tiempo”
El rabino Daniel Goldman, quien Co-preside el Instituto para el Diálogo Interreligioso (IDI), reconoció que “despedir a un hombre de la magnitud del Papa Francisco excede a cualquier vocablo que se pueda decir o escribir”.
Por eso, quiso destacar “tres aristas de su sabia acción, de las cuales puedo dar testimonio en esta hora de tristeza y agradecimiento por haberlo tenido a Jorge Bergoglio con nosotros en las calles de esta ciudad y en los puentes de este diverso universo”.
El rabino subrayó el compromiso de Francisco con los migrantes y refugiados; el compromiso con el diálogo interreligioso, tema en el que ha sido “el gran guía de nuestro tiempo”; y su compromiso con el medio ambiente, mediante un planteo ecológico pero también social, llamando a escuchar “tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”.
Se va una de las voces que escasean
A su turno, Omar Abboud, quien en 2014 protagonizó junto al Papa Francisco y el Rabino Abraham Skorka un abrazo ante el muro de los lamentos, expresó: “Por un lado es una tristeza enorme: se va un tipo de voz, de las voces que escasean”, haciendo hincapié en su visión integrada y no parcializada.
“Este tipo de voz, la de Jorge Mario Bergoglio, resulta indispensable en la experiencia del diálogo”, consideró. “Pude ser testigo de cómo fue recibido en algunos países islámicos y el afecto que le brindó la gente, sobre todo en el viaje, en la peregrinación que hicimos a Tierra Santa, donde mucha gente de los cultos monoteístas de la zona le brindó muchísimo afecto”, recordó.
Finalmente, consideró que un valor central de la identidad de Bergoglio fue “tener un brazo que alcanza más allá y es capaz de abrazar también a otros”.
“Santo Padre, reza por nosotros”
Monseñor Kissag Mouradian, Obispo Emérito de la Iglesia Apostólica Armenia, recordó una de las frases más repetidas por el Papa Francisco: “Recen por mí”.
“Hoy día que ya no está con nosotros en este mundo físicamente, nosotros vamos a repetir lo que él decía: por favor, Santo Padre, reza por nosotros y por la paz del mundo y la convivencia de toda la humanidad”.
“El Papa Francisco le facilitó la tarea a Dios”
La pastora Mariel Pons, de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, compartió en nombre de su Iglesia “el mismo sentido de orfandad”.
“Creo yo que el Papa Francisco fue un gran facilitador de la vida, creo yo que humildemente facilitó el contacto personal, facilitó un diálogo que se replica en tantos lugares del mundo en este tiempo y del cual nosotros aquí humildemente somos parte, y también digo con mucha humildad y respeto: creo que el Papa Francisco también le facilitó la tarea a Dios”.
“Los gestos son más fuertes que las palabras”
El pastor Norberto Saracco, de la Iglesia Evangélica, afirmó que “los gestos son más fuertes que las palabras” y recordó que meses antes de ser elegido Papa, en la Misa de Pentecostés del año 2012, el Cardenal Bergoglio invitó a dos pastores a participar de la celebración.
En ese marco, el entonces Arzobispo dijo: "Traje a mis amigos para pedir perdón por lo que hicimos”, un pedido de perdón que “brotó de su corazón, un corazón comprometido con la unidad, con tender puentes, haciéndolo no sólo de palabra sino con gestos”.
“Memoria viva entre nosotros”
Al concluir el encuentro, tomó la palabra Mons. Colombo, quien agradeció el momento “de profunda comunión, diálogo, acercamiento, de conocimiento recíproco”.
Seguidamente, recordó tres dimensiones del legado de Francisco: “El servicio especialmente a los más pobres, la causa de la paz como horizonte y meta de nuestros trabajos y el cuidado de la casa común para que todos tengamos vida”.
El prelado pidió a los presentes que lleven una mano al corazón para ofrecer un momento de oración común, diciendo: “Todos tenemos algo para agradecer a Dios de la vida de Francisco, algo que está en nuestro corazón y ahí lo queremos cuidar como memoria que viva entre nosotros”.